MICRORRELATO DE ROBERTO

MIKEL EL GLOTÓN

Hola chic@s, os enseño mi microrrelato haber si encontráis estas tres palabras: Mikel, pepino y defecar.

Erase una vez, un niño llamado Mikel, era un poco regordete, tenía orejas de gato muy puntiagudas y feroces y una cabeza como un pepino.

Lo que más le gustaba era comer, siempre que veía comida alrededor suya... ¡Zaasss! Se lo comía todo, tenía dos hermanos, uno mayor, y otro menor, a los que les solía quitar la comida, con el pequeño no tenía problemas, porque él era mas fuerte, pero con el mayor, si que los solía tener.

Hace unos meses, en la boda de unos amigos de su padre, cuando los novios iban a cortar la tarta, de repente, en uno de los laterales, divisaron un mordisco. Quién iba a ser, como no, Mikel. Cuando llegaron a casa, le cayó una pequeña bronquilla, ya que sus padres , tuvieron que pagar la tarta.

También, había otro problema, cuando Mikel se empachaba, que era casi siempre... necesitaba defecar, cuando lo hacía, se desprendía un repugnante olor del baño, y por eso día tras día, los padres de Mikel, iban al supermercado y compraban ambientador.

Los padres de Mikel, tomaron una decisión:

No comprar comida en una semana y apuntar a Mikel a un equipo de fútbol, en el que entrenase día tras día, sin parar de correr y se fuese dando cuenta de como estaba él.

Así fue, como Mikel se fue dando cuenta y moderó su comida.

Roberto Contreras